Se trata de filtros de alta eficacia que consisten en una serie de bolsas de microfibra sintética autoextinguible (clase F1 según DIN 53438), convenientemente fijadas a un marco de soporte, también disponible en material plástico, por el que pasa el aire a tratar. La estanqueidad de los bolsillos está garantizada por las resistentes costuras de las solapas de las bolsas. Como alternativa, pueden suministrarse con bolsas termosellados. Una prerrogativa de estos filtros es la elevada relación entre la superficie filtrante efectiva (proporcional al número de bolsas y su profundidad) y la superficie frontal.

La versión con marco de soporte de plástico facilita la eliminación de los filtros después de su uso.

Aplicaciones

Estos filtros se utilizan en sistemas de ventilación y unidades de tratamiento de aire tanto como filtros finales como prefiltros para filtros absolutos.
En comparación con los modelos equivalentes de microfibra de vidrio, tienen la ventaja de que no liberan partículas de fibra, lo que las hace adecuadas para su uso en aplicaciones alimentarias y farmacéuticas.

Características

Están disponibles en cuatro modelos diferentes: SH 65, SH 85, SH 95 y SH 99.
Las eficiencias y clases de filtración según las normas EN ISO 16890 y EN 779, las pérdidas de carga iniciales al caudal nominal para algunos formatos estándar disponibles son:

La temperatura límite de uso es de aproximadamente 80°C.
Para que el filtro funcione correctamente, se admiten caudales del 75% al 125%. Aproximadamente dentro de este rango, se puede considerar una correspondencia lineal entre la caída de presión y el caudal.

Instalación y mantenimiento

Es conveniente prever una etapa de prefiltro adecuada antes de estos filtros. Pueden instalarse en los subbastidores especiales de acceso frontal, que normalmente están dispuestos para alojar también cualquier prefiltro. Estos filtros no se pueden regenerar y se recomienda sustituirlos cuando se alcance una caída de presión de aproximadamente 250÷300 Pa.